MONTEMOR-O-NOVO - Descubre los Territorios Corcheros

Localizado en el Alentejo, el municipio de Montemor-o-Novo, con una área de 1.232 km², donde el monte alcornocal ocupa una amplia zona, se extiende por montes y colinas, ríos y presas y extensos campos de cultivo y cría de ganado.

El paisaje en Montemor-o-Novo está marcado profundamente por el bosque alcornocal, puro o mixto, de alcornoque y encina, destacando los extensos y bien conservados alcornocales de los Lugares de Importancia Comunitaria de Cabrela y Monfurado (Red Natura 2000), donde podemos observar manchas con ejemplares adultos de distintas variedades de roble, ya poco comunes en el territorio. La importancia del alcornocal en la socioeconomía es innegable, resaltando el sector corchero, con empresas de transformación, pero sin olvidar los productos derivados de este bosque como la producción de leña, miel, la caza o la artesanía. La biodiversidad es elevada, albergando varias especias de fauna y flora de interés comunitario. Recientemente, la actividad turística, asociada al patrimonio y los productos del alcornocal, gana importancia, destacando la Ruta del Alcornocal y una Red de Senderos, donde se incluye la ecopista del Alcornocal.

Municipio de Montemor-o-Novo

Se conoce el municipio a través de su diversidad de paisajes entre la parte norte y sur. Así, en la zona norte predominan lagos y presas, y el sur ostenta abundancia de colores y vegetación única, sólo posible gracias a los cursos de agua y fuentes subterráneas que existen.

Testimonio de un pasado prehistórico, los monumentos megalíticos se encuentran distribuidos por todo el municipio. Iglesias y ermitas albergan sorprendentes trabajos de pintura mural de importante valor histórico y artístico. Los distintos núcleos del municipio respiran un tiempo propio: darse los buenos días en la calle y mirar a los que vienen de fuera, conservando la hospitalidad característica de los pueblos del Alentejo.

¿QUÉ VISITAR Y HACER?

Montemor-o-Novo posee un patrimonio rico y muy amplio. De entre una variada gama de monumentos y lugares a visitar, podemos mencionar los siguientes:

En el camino hacia el Escoural, podremos observar la Iglesia de São Mateus (muy antigua, ya constaba en el año 1210); a unos 4 km de Montemor, aún podemos visitar la fachada de la Ermita de S. Luís da Mougueira (siglos XVII – XVIII), el Convento dos Monges o de N.ª Sr.ª do Castelo das Covas de Monfurado (siglo XVIII) y la Quinta da Torre do Carvalhal.

En el camino del Escoural hacia Évora, nos encontramos las Grutas do Escoural (con un Centro de Interpretación en el mismo núcleo), descubiertas en 1963. Estas grutas, monumento nacional, son célebres por sus pinturas y numerosos grabados rupestres.

En São Brissos, se sitúa la Iglesia Parroquial de la localidad (siglo XVIII), y en el camino de acceso, podemos admirar la capilla de S. Brissos o de N.ª Sr.ª do Livramento, raro ejemplar de monumento megalítico transformado en templo cristiano, probablemente en el siglo XVII.

Municipio de Montemor-o-Novo

En São Cristóvão se puede visitar la Iglesia Parroquial y regresando a Montemor, tomando el camino por los Baldios, Casas Novas y Safira, encontrareis las ruinas de la Iglesia de este último lugar.

En la entrada de la ciudad se sitúa la Ermita de São Pedro da Ribeira (siglos XVI – XVIII), donde se pueden apreciar las pinturas murales y, fundamentalmente, el fresco descubierto por detrás del altar.

En otro sentido, podemos apreciar la Anta Grande da Comenda da Igreja, cerca de S. Geraldo, localidad donde también se puede visitar la Iglesia. En Ciborro encontrarán la Presa da Atabueira, lugar muy agradable para pasear, y siguiendo hacia Lavre, pueden visitar la Mina das Pedras Pintas.

En Lavre, asentamiento muy antiguo y habitado por D. Dinis en el siglo XIV, se sitúa la Ermita de S. Sebastião y la Iglesia Matriz de N.ª Sr.ª da Assunção, reconstruida en el siglo XVIII. El Parque Zoológico Monte Selvagem es una parada obligatoria para todo visitante que llegue a Montemor-o-Novo.

CURIOSIDADES…

Montemor fue desde hace milenios un lugar de encuentro y testimonio de culturas. El hombre del Paleolítico pasó por el Escoural y aprovechó la gruta para dejar su huella a través de pinturas y grabados de sus aspectos cotidianos.

Algunos millares de años más tarde, en el Neolítico y Calcolítico, comunidades de pastores y agricultores se establecieron en el territorio marcando su paisaje mediante la construcción de grandes dólmenes y menhires. También los romanos y los árabes pasaron por aquí dejando vestigios más tenues, pero no por ello menos significativos.

Fue, sin embargo, en plena Edad Media, cuando Montemor se afirmó como territorio autónomo. El municipio, en la época limitado al interior de las murallas del castillo, se fue desarrollando y alcanzó su apogeo en el siglo XV e inicios del XVI, momento en los que recibía las cortes generales del reino y el propio rey pasaba temporadas allí. Este auge se reflejó sobre todo a nivel monumental con la construcción y remodelación de la ciudad, con iglesias, conventos y otros edificios que, en gran medida, aún hoy pueden ser admirados.